La Iglesia parroquial de San Salvador, en Leganés, es un edificio de tipología madrileña, cuya construcción comienza en plena época de los Reyes Católicos, en el primer cuarto del siglo XVI (tal vez, incluso, a finales del siglo anterior). El proceso constructivo del templo –que en lo que se refiere a su morfología fundamental puede situarse entre 1500 y 1720) está muy bien documentado, gracias a su riquísimo archivo parroquial, que conserva documentación desde el s. XVI al XXI.
Dedicada en un principio a la Santísima Trinidad, la parroquia del pequeño pueblo medieval pudo convertir lo que seguramente era una simple estructura de ladrillo sin pretensiones en un hermoso templo, dedicado al Santo Salvador en el misterio de su Transfiguración, que es como ha llegado hasta nosotros.
Vinculado por razones evidentes a la trayectoria artística madrileña, Leganés nació eclesiásticamente en la diócesis primada del territorio español: la archidiócesis de Toledo. Por ello fueron diversos artistas toledanos los que la visitaron en numerosas ocasiones, a las órdenes de su arzobispo. El más insigne de los arquitectos que visita nuestro templo parroquial e informa de su estado durante el s. XVII fue Bartologmé Zumbigo.