La guerra es siempre injusta, mueren inocentes, población civil, niños y es causa de dolor tanto para los que se quedan en el país como para los que se van. Migrar, perder familiares o tener que permanecer a defender militarmente tu país son fenómenos que conllevan traumas a los que nadie debería enfrentarse. Hoy, con una guerra en las puertas de Europa vemos el desastre muy de cerca e intentamos ayudar en lo posible a paliar tanto sufrimiento.
Europa se ha volcado en la ayuda humanitaria a Ucrania, acogiendo a los millones de refugiados y desplazados que está alejándose de este conflicto. España no se ha quedado atrás. Tampoco la buena gente de Leganés, nuestra ciudad, donde no dejan de crearse iniciativas para mandar material sanitario, alimentos y fondos económicos para paliar las necesidades económicas de los desplazados en esta guerra que no cesa. Primero fue el club de Balonmano Leganés el que envió 1000 kg de productos a Ucrania, después colaboró la asociación de Acogida a Refugiados que dirige May Martín con Hambre Cero, pero también se han involucrado Ampas, particulares y muchas más asociaciones porque Leganés nunca defrauda en su solidaridad.
Y mientras todo esto sucedía Mariana que es una niña de nueve años que vive en Leganés tenía que seguir adelante con su vida, sus clases del CEIP León Felipe y sus tardes de pintura en la academia Arte Sano de la Plaza de las Flores donde disfruta de su creatividad y se muestra siempre constante, educada y cariñosa. Eso sí, al llegar a casa las noticias de la guerra, las llamadas a sus familiares que viven en Ucrania y la preocupación en el rostro de Tatiana su madre, eran inevitables. Nunca imaginaron que algo tan trágico sucedería en su país, ellos que llegaron a España en 2016 cargados de ilusiones. Ellos que se sorprendieron con la amabilidad de la gente, ellos que pensaron que España era un gran país para la felicidad ahora viven unos momentos muy complicados.
Los sábados Matiana va a clases en el Colegio Ucraniano de Madrid que dirige Svitlana Kmetyk una mujer ucraniana emprendedora y muy válida que quería que sus tres hijos no olvidaran su idioma materno. Además, Svitlana que es enfermera, psicológica y tiene un máster en pedagogía Montessori ha conseguido que la Escuela ucraniana que ella dirige ene Parque de las Avenidas imparta clases de todos los niveles desde infantil a bachillerato. La escuela les brinda un título oficial y homologable en España dado que trabaja en colaboración con examinadores de Kiev así los jóvenes pasan exámenes oficiales. Una enseñanza de calidad y unas raíces que no se olvidan son el futuro del trabajo bien hecho de Svetlana y su equipo.
Ahora, gracias a Mariana como nexo de unión, Leganés vuelve a ser ejemplo de solidaridad. La escuela de pintura Arte Sano ha creado una exposición de arte, cuadros a muy buen precio en Ohlalá Leganés entre el 15 de Mayo y finales de Julio para recaudar fondos para los damnificados por la guerra. Así la escuela ucraniana, el restaurante Ohlalá y la academia Arte Sano dan un paso al frente de cómo se pueden unir arte y conciencia social.
Compremos arte este verano, regalemos cuadros por la paz, llenemos nuestras paredes de esperanza y colaboremos con empatía. Que España siga siendo un país para ser feliz como pensaba Tatiana porque muchas veces la felicidad consiste en ayudar a los demás. Y que la guerra termine y para que Mariana, Svetlana, Tatiana y todos sus compatriotas puedan por fin vivir en paz.
