Isolina Cerdá o el arte de entender el mundo.
Isolina Cerdá nació en Crevillente, Alicante. Allí estudió sociología, aunque aun no ha logrado entender del todo esta sociedad y por eso escribe. Recuerda haber escrito desde muy niña. Tiene libretas y libretas de historias, de pensamientos, llenas de tiempos vividos. Soli, como la llaman familiarmente, empezó participando en recitales de prosa poética porque lo que a ella le gustaba era escribir para narrar. Con el tiempo, se decidió a estudiar artes escénicas en Murcia. Para ella, hacer teatro es viajar al interior.
Pero como la vida también es un viaje, Isolina cambió el mediterraneo por Leganés. Ciudad acogedora donde siempre se ha sentido bien. Aquí ha tenido a sus dos hijos y aquí ha escrito su primera novela Algún día llegarás. Es la historia de una abuela que necesita transmitirle a su nieta, aun por nacer, las vivencias de las mujeres de la familia. La transmisión del saber así como la dualidad entre la vida que se apaga y la que comienza están en el eje de la novela.
A Isolina tampoco se le ha resistido el formato artículo por eso ha colaborado con la revista crevillentina El trovador y con la digital Héroes del pensamiento. Ahora también tiene un blog soliescribe.blogspot.com donde vuelca sus sentires. Y cómo no, hay que mencionar su participación en el grupo de teatro Tepahi. Teatro de padres para hijos ligado al CEIP Gerardo Diego de Leganés. Isolina ha estado ahí desde el principio. Además, la última obra Groot y los valientes invisibles ha sido escrita y dirigida por ella misma. Con lo que os podeis imaginar su alegría cuando Tepahi fue nombrado pregonero de las fiestas de San Nicasio.
Como actriz ha trabajado para Marketing Vivo y Kallisté teatro en Las criadas de Genet. Isolina también ha protagonizado la obra de Julián Escribano, Hubiera, acerca del viaje hacia la locura por cuya actuación recibió muy buena crítica. Su elegancia en la puesta en escena no pasó desapercibida.
Dentro de sus proyectos más inmediatos destaca la escritura y pronta representación de un monólogo tragicómico sobre la vida de pareja, además participará en la próxima producción de Tepahi, Los fantasmas de Aurora, y por supuesto, seguirá trabajando en su segunda novela. Espero que pronto nos desvele el misterio de su trama y deseo que a través de ella nosotros también podamos entender un poco mejor esta sociedad de la que formamos parte. Seguro que a través de su sensibilidad lo conseguiremos.