Un Mar de Puntadas
Mar se lo estuvo pensando durante un tiempo hasta que al fin tomó lápiz y papel. Dibujó entonces el patrón de su nueva vida. Después eligió telas de distintas texturas y colores, tafetán verde, algo de chiffón rosa, tela de organza bordada y hasta un delicado satén para confeccionar su nuevo tiempo entre costuras lejos del departamento financiero de una empresa de la construcción. Así que, Mar cortó, hilvanó y cosió su proyecto, su escuela de costura Mar de Puntadas en la que hoy disfruta de un trabajo a medida.
A Mar y a sus chicas les sienta como un guante eso de coser juntas. Andan todas enganchadas al Patchwork que es el resultado de unir en un mismo diseño distintas telas cosidas por los bordes. Esta técnica permite confeccionar colchas, alfombras o tapices. El patchwork marca tendencia en Europa, Estados Unidos y Japón. Los diseños juegan con los estampados de las telas así como con las composiciones geométricas de las mismas llegando a crear maravillas visuales que le dan al hogar un toque realmente acogedor.
En un Mar de puntadas también se apuntan al cartonaje y a las clases de punto, de máquina de coser, al origami en tela y a las tertulias. En las sesiones de cartonaje se confeccionan cajas de distintas formas, tamaños y estampados con aderezos decorativos. Una cucada. Mientras que en las sesiones de tertulia, cualquier persona puede traer su propia costura a la escuela y coser junto con las demás o pedir consejo sobre su proyecto. Mar te ayuda, te sugiere y te da pautas para crear desde cero. No hace falta haber cosido antes para aprender. Solo se necesitan ganas. Las mismas con las que Mar sigue formándose con las referentes del patchwork internacional como la belga Marie Suarez o la australiana Natalie Bird.
La escuela participa y crea también sus propios eventos. En octubre han expuesto sus creaciones en su estand del salón del Patchwork de Madrid en el estadio Wanda Metropolitano y además frecuenta el salón internacional del Patchwork de Sitges. Mar ha viajado recientemente a exposiciones internacionales como la de Alsacia o la de Birmingham. Pero no por ello, pierde de vista a Leganés y a sus alumnas. Cada año, la escuela organiza un viaje de fin de curso fin de curso a una casa rural donde juntas desarrollan un proyecto secreto de costura que solo se desvela una vez que están allí. Además, te cuento que Mar tiene la determinación de hacer de Leganés un referente y ponerlo en el mapa del arte textil. Por eso cada Junio salen a coser la ciudad, literalmente, ella y sus alumnas cosen en la calle. Cada vez hay más personas implicadas en su evento de costura en la calle de la Plaza De Yugoslavia del Carrascal y cada vez son más mujeres las que se enganchan con Mar a la costura.
Todas cosen. Y como siempre, cada puntada se lleva al olvido las soledades, las fatigas del día a día. Otras cosen sus alegrías y entre ellas fraguan una bonita amistad. Y ahora todas saben que ya son capaces, como Mar, de diseñar siempre que quieran un nuevo patchwork, un nuevo proyecto de vida.