Ocio en Leganés lleva cuatro años recopilando la oferta pública y privada de ocio y cultura de la ciudad. Le prestamos especial atención a la labor de los artistas locales y de las asociaciones que tejen la ciudad. Siempre hemos visto un enorme valor en los vecinos y vecinas que hacen barrio a través de sus acciones.
Muchas personas tienen el valor de suplir las carencias de la actual gestión municipal con sus propias iniciativas.
Para Ocio en Leganés, la valía de la Red Ciudadana de Acogida de Leganés quedó plasmada en el artículo que escribimos sobre las mujeres valientes que no cerraron las puertas de la Asociación cuando más acechaba la pandemia. Otras asociaciones cerraron, ellas permanecieron en activo para proveer de ropa y calzado a muchas personas que lo necesitaban.
Niños sin abrigo al lado de ventanas abiertas en los coles, personas mayores con agujeros en los zapatos. Dignidad en forma de ropa que ellas lavan en sus propias casas. Eso es lo que ofrecen, esa es la ayuda que brindan en red con otras asociaciones utilizando sus propios teléfonos y coches para realizar las donaciones.
La historia de la Red de Acogida Ciudadana viene de lejos. Han viajado a Callais para entregar in situ productos de primera necesidad en el campo de Refugiados, se han autofinanciado, han creado eventos para la visibilización de los conflictos que obligan a las personas a migrar y han recibido y ayudado a personas que el Ayuntamiento de Leganés y sus servicios sociales les derivaban.
Ahora el Ayuntamiento va a desalojar a esta Asociación del local que les cedió en el barrio de la Fortuna sin una alternativa de local. Por lo que nos sumamos a las muchas cartas y comunicados de otras entidades locales para pedir que el Ayuntamiento de Leganés permita que la Red de Acogida siga realizando una labor necesaria y desinteresada que solo genera un bien común.
Expresamos nuestro deseo de que su labor en tiempos de pandemia sea reconocida y se les dote de un local mejor donde ampliar sus funciones. El proyecto de la Red es un proyecto de futuro donde no solo quieren ser un ropero solidario sino que quieren ser un punto de referencia de las personas migrantes para su formación e inserción social.
Seguro que algún día, alguien le dio unos zapatos a Ara Malikian mientras huía de El Líbano. Seguro que el matrimonio de científicos fundadores de los laboratorios Biontech y responsables del descubrimiento de la vacuna contra la covid, también agradecen en más de una ocasión, la ayuda que sus abuelos recibieron al migrar desde Turquía. Miremos más allá, ayudemos a ayudar.