Concha Gómez, pasión por el teatro.
Su tío abuelo fue un conocido retratista madrileño que pintaba los carteles de los cines de la Gran Vía. Mientras que su abuelo era un lector empedernido y su madre, por su parte, jugaba con ella a teatralizar poemas. Así que, no es de extrañar que Concha Gómez viva el arte con la misma pasión con la que vive su vida. Esa que un día cambió para dedicarse a lo que realmente le gusta, escribir teatro, hacer pedagogía y tramar proyectos socioculturales.
Hoy Concha Gómez imparte los talleres de teatro concertados del Ayuntamiento, además de los que realiza en la Casa de Extremadura. Por si fuera poco, dirige la compañía de Teatro Estable de Leganés y es vocal de la junta directiva de la Asociación de Autores y autoras de Teatro. A Concha le sobra tiempo para escribir, para formarse un poco más, y, cómo no, para organizar el Certamen Internacional de Teatro Mínimo AnimaT Sur.
No me preguntéis cómo lo hace que yo no lo sé. Sólo os puedo decir que toma café, con leche templada. O, al menos, disimuló bien el día que desayunamos juntas. Ese día, me contó que que su vida podía haber sido plana, lineal hasta que se topó de frente con el teatro. Me dijo que cuando corría el año 1975, ella y los demás integrantes de la compañía Figaro 75 se apresuraron en destapar textos de Lorca o de Bertolt Brecht. Y eso siempre es más divertido que el trabajo de oficina. Me confesó su pasión por la pedagogía, la que hoy la lleva de la mano por los institutos a abrir las ventanas de las aulas al teatro, a llenar jóvenes esperanzas de tablas y libretos.
Concha Gómez es una mujer peculiar, capaz de hacer grande lo pequeño. Su Certamen de teatro Mínimo aparece hasta en el periódico El País. Éste que, organizado por la asociación que coordina AnimaT.Sur recibió el año pasado cerca de 190 textos de 16 países distintos. Todos en castellano y todos esperando los premios. La obra ganadora se representa, se edita y tiene además una dotación económica.
Ella también ha resultado premiada en numerosas ocasiones. El premio que más le ha emocionado fue el “Ángel Velasco” a la labor en favor del teatro aficionado, y los conseguidos por su trabajo con la Compañía de teatro estable. Pero sin duda, el mejor premio es vivir cómo a ella le gusta, aferrada al arte, siendo querida y reconocida por alumnos y personas cercanas .Poder vivir de su pasión y trabajar con la gente.Pero yo diría que el premio se lo lleva Leganés al tenerla a ella entre las figuras que hacen de nuestra ciudad un referente cultural.