Hace aproximadamente dos años Silvia, vocalista, guitarrista y compositora de Damdara estaba tocando en la calle Juan Muñoz. Hasta aquí todo normal. Como de costumbre algunos transeúntes la miraron sorprendidos, otros se pararon embelesados a escuchar sus temas, otros la saludaron. Y es que Silvia es una figura querida y reconocida ya en Leganés por sus canciones y por versiones como la que hace en de El sitio de nuestro recreo de Antonio Vega.
Pero ese día fue especial, Silvia se topó con un cartel que anunciaba un espacio de yoga y meditación en la zona centro llamado El sitio de nuestro recreo. Entonces pensó que quizás algún día sus pasos la llevarían hasta allí y su música confluiría con la vibración del estudio de meditación que tiene Eva Cuadrado en la calle Madrid, nº5.
Damdara está viviendo en un momento musical muy dulce, con Marina Ynsfran al teclado y numerosas conciertos tanto en Leganés, como en Madrid o en la zona de Levante. Ambas Silvia y Marina han colgado el letrero de no hay entrada en dos ocasiones ya en el templo de los cantautores de Madrid, el café Libertad 8, presentando Once su primer disco, así como nuevas canciones que han ido incorporando a su repertorio.
Además, han actuado en Castellón y Almería y no dejan de colaborar con asociaciones en Leganés en fechas señaladas. Siempre están apoyando causas que giran en torno a la igualdad, a la defensa del medio ambiente. Ambos son ejes de sus canciones, así como el desarrollo personal punto en el que confluyen en la misma línea de otros talleres que se realizan.
Y finalmente ha surgido la simbiosis entre Damdara y entre remanso de paz que es El sitio de nuestro recreo. Allí, ha tenido lugar el primer concierto taller al que pudimos asistir una veintena de personas que tuvimos la suerte de realizar un viaje musical de crecimiento interior. Disfrutamos de temas como: ADN, Cómo lates o Madre Tierra entre otros y realizamos varias dinámicas interesantes que nos hicieron conectar con nuestra infancia. Abrazamos a nuestra niña interior y jugamos a crear, imaginar y proyectar la vida que nos merecemos dejando el miedo a un lado.
El taller fue un éxito de público y participación. El formato es exportable a cualquier ciudad o espacio. Y todos salimos de allí reconfortados. Así que hay que agradecer a Silvia y Marina su creatividad a la hora de crear un evento profundo pero divertido. también es necesario agradecer a Eva Cuadrado que apueste por entrelazar el arte de la música con la sanación interior. Y sobre todo hay que ver al suerte que tenemos de contar con mujeres tan valiosas y creativas en nuestra ciudad. Gracias a las tres por creer, por soñar y por crear.