Israel Hergón o la magia de los cuentos
Un buen día, cogió un papel y un boli y se puso a reescribir su propia historia. Israel Hergón ha sobrevivido al tedio del destino que le esperaba. Él, un chico formal de Zarza de toda la vida, tenía por delante acabar ADE para después gestionar el negocio familiar u otro semejante. Vamos, una vida sin grandes sobresaltos. Hasta que un buen día abandonó la carrera para sorpresa de todos. Años más tarde, completó los estudios de Trabajo Social en la Complutense. Pero, hoy, en lugar de redactar concienzudos informes en un despacho, mezcla artes escénicas e integración social. Por sus propuestas recibió el año pasado el premio Grupo Ineprodes a la innovación en el trabajo social. En definitiva, Israel Hergón es ahora el gestor de un mundo de cuentos, el CEO de su propia vida.
Hay muchas facetas dentro de este narrador oral Leganense, la primera es la de una persona muy persistente y trabajadora. Israel se ha formado en artes escénicas con los mejores. De Victoria Siedlecki aprendió el dominio del escenario, de Hector Urien el oficio de moldear la historia, sin embargo fue con Borrón y Cuento Nuevo con quienes aprendió a tomar conciencia de su propia voz. Con cinco años de formación en narración oral a sus espaladas decidió romper el cascarón para emerger como vehículo de transmisión de cultura popular. Ahora es vocal de la Asociación de narradores orales MANO.
La segunda faceta que encuentro en él es la de una persona comprometida. Un buen día al salir de su clase de Cuentacuentos en Madrid se topó con el 15 M y desde entonces su vinculación a los colectivos en lucha es patente. Su relación con La Libre de Barrio viene de los tiempos de las asambleas interminables derivadas de aquel movimiento histórico. De hecho fue la suya la primera actuación de La Libre y desde entonces la considera su segunda casa. En la actualidad, también colabora activamente con la AVV Vereda de los Estudiantes . Israel apoya su reivindicación que no es otra que tener un centro cívico propio en el barrio.
La tercera faceta de Israel es la artística. Se atreve con todo, improvisación y clown, cuentos para bebés, para adultos, para niños, cuentos cantados, otros susurrados en mitad de una pausa para el café, historias que han llenado los vagones del metro, otras muy románticas a la luz de la luna llena. Escucharle contar es divertido y emocionante.
Teniendo en cuenta que el primer cuento que contó sobre un esecenario tuvo lugar en la cuna del arte independiente de Madrid, en Libertad 8 y que fue él quién inauguró el escenario de La Libre de Barrio de Leganés, me pregunto qué le deparará el futuro. Yo, por si acaso me quedo muy cerquita de su trayectoria porque sé que como le dé por reescribirse a si mismo de nuevo este Leganense nos va a seguir dejando con la boca cerrada y las orejas bien abiertas.