Once y media de la mañana en la Plaza de San Nicasio, ropa tendida en los balcones y grupos de vecinos que se congregan en los bancos que quedan a la sombra para charlar. Un tipo de unos cuarenta años, bronceado y musculado, metro ochenta de estatura se adentra en el barrio. Vaqueros, camiseta ceñida azul y obligada gorra con su nombre, Boto, que resalta por encima de la visera. Los vecinos le paran ,le saludan, le reconoce.
–Es José, el hijo de Pilar. ¿Cómo están tus padres? Le preguntan.
Boto besa al grupo de señoras con bata de flores, estrecha la maño de sus mayores y vuelve a sentirse niño en la plaza que le vio nacer y crecer aquí en Leganés. Los vecinos le recuerden como uno más de esos niños traviesos que jugaban en la plaza y hacían rebotar el balón en la Iglesia de San Nicasio. Era uno de esos pilluelos que se acercaba a besar a las guapísimas novias que salían de la iglesia. Al novio ni le miraban y ni que decir tiene que a la iglesia entraban poco, sólo cuando se les colaba el balón dentro. José era un chaval más del CEIP Lepanto. Es bonito ver que los vecinos le quieren por quien es. Pero no saben que dos días más tarde otros estrecharán su mano en la Gran Vía de Madrid, le besarán y le darán la enhorabuena por el éxito de su obra Los madrileños y sus apellidos. Integramente escrita y dirigida por él, Boto da así el salto a la dirección teatral. Boto y su obra están de gira por España este verano y retornarán a la Gran Vía en Septiembre con función todos los domingos a las 17:00h.
José Boto es además humorista, actor y guionista profesional. Le ficharon para Paramount Comedy al verle actuar aquí en Leganés, en la antigua sala Armadillo de Zarzaquemada. Y en otra de sus actuaciones lidió tan bien con el público que entre sus espectadores estaba quien le contrataría como reportero para España Directo. Boto disfruta de la interacción con el público y de hacer reír. Sabe adaptar sus actuaciones al público del momento y entiende que el humor va evolucionando al igual que va cambiando la sociedad. Jose sabe que el humor tiene un límite claro, que no sea humillante y admira a quienes innovan en el arte de hacer reír sin perder de vista a los grandes referentes como Gila. Ha trabajado con los mejores, Eva H, Pedro Reyes, José Mota o Goyo Jimenez. A su primera actuación, fue a verle Javier Cansado de Faemino y Cansado entre otros cómicos conocidos. Y aunque le temblaban las canillas, José Boto logró transmitir autenticidad como hace siempre.
Ha trabajado en Aida y Siete vidas. Da formación para empresas sobre impro y uno de sus trabajos más insólitos ha sido darles formación humorística a políticos de nuestro país. Este verano puedes verle actuar en Leganés en el festival de humor pepinero con humoristas locales y no locales que son amigos. Amalio, el cómico de la voz aterciopelada, Andrés Pulido o el gran JJ Vaquero le acompañarán el teatro Egaleo el miércoles 14 de Agosto a las 22.00h. Habrá alguna referencia al puente de San Nicasio, quizá a la discoteca Universal Sur, tal vez mencionen la rivalidad con Getafe o lo lejos que sigue quedando La Fortuna de Leganés. Y nos reiremos hasta de nosotros mismos. José Boto estará ahí porque siempre vuelve a echarse unas risas con sus vecinos. Siempre sigue aprendiendo y evolucionando en su profesión sin olvidar de donde viene. Y siempre sigue luchando por mantener la alegría. Y eso en estos tiempos que corren es de agradecer.